Nos despedimos de la capital de la provincia y dejaremos atrás la gran playa del Postiguet para iniciar nuestra etapa de hoy. La meta: el cabo de Santa Pola. Nos enfrentamos a una etapa de más de 14 millas.
Arrancamos la navegación y tras cruzar el largo puerto de Alicante nos acercaremos a la costa. Navegaremos pegados a la playa de San Gabriel, hasta llegar a la cala de los Borrachos, donde comienza la playa de Aguamarga, una playa adaptada para perros que se ha convertido en una verdadera doggy-beach.
Tras pasar por Cala de Calabarda nos encontramos con playas de arena fina que nos llevarán hasta la playa de Urbanova. Limitando por el oeste con la citada playa se encuentra la zona del Saladar, un área de humedales de alto interés medioambiental que antiguamente fue lugar de explotación salinera.
Unos metros más adelante, y ya en el término municipal de Elche, se encuentra la playa de El Altet, que continúa con la de los Arenales del Sol hasta llegar a la del Carabassí. Todas estas playas han sido distinguidas con Bandera Azul, no sólo por la calidad de sus aguas sino por su amplia oferta de restauración, principalmente en época estival, puntos accesibles para el baño y una oficina de turismo.
Junto al sistema dunar que forman dichas playas se encuentra el paraje natural del Clot de Galvany de gran valor paisajístico y medioambiental y que se extiende hasta el término municipal de Santa Pola. El municipio nos da la bienvenida con su primera playa, la de la Ermita.
Paralelo a nosotros transcurre el Camino del Cabo o del Carabassí, que rodea y circunvala todo el cabo de Santa Pola. Lo dejaremos atrás y comenzaremos a ver las primeras urbanizaciones del municipio, su largo paseo marítimo y sus muchos espigones que los protegen de los vientos y mar del sur.
Para llegar al sur del municipio bordearemos 13 playas, intercalando calas de canto rodado, rocas y playas de arena. Un poco antes de llegar a las zonas urbanas, la Torre de les Escaletes nos da la bienvenida y nos vigila como tantas otras torres vigía de nuestra travesía.
Por la tarde recomendamos la visita el Museo de La Sal y algunos de los aljibes de agua construidos en el siglo XVIII para abastecer de agua a los habitantes de Santa Pola.