Fiestas Patronales y de Moros y Cristianos (San Vicente del Raspeig)
Desde hace un cuarto de siglo, las fiestas se celebran conjuntamente
con Moros y Cristianos, destacando entre sus actos históricos: la
Procesión, Ofrenda de Flores al Santo y Misa Mayor.
Nuestras fiestas patronales son tan antiguas como
casi la historia de la población y su origen al parecer surge de la
devoción al Santo Valenciano Sant Vicent Ferrer, que se cree predicó a
principios del siglo XV en el entonces lugar de El Raspeig, espacio que
hoy ocupa la actual población.
La representación de la mujer Sanvicentera es plasmada en la figura
de las Reinas y Damas de Honor, mayores e infantiles, que presiden todos
los actos. La coordinación de los actos corre a cargo de una Comisión
nombrada por la Concejalía de Fiestas.
Se celebran tradicionalmente el lunes inmediato al del domingo de la Pascua de Resurrección.
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Las Fiestas se celebran siempre durante la semana siguiente a la Pascua de Resurrección, es decir, fluctúan en el calendario, según la Semana Santa.
Las Fiestas de Moros y Cristianos rememoran los tiempos de la Edad Media, cuando estas tierras formaban parte de Al-Ándalus y fueron reconquistadas por la Corona de Aragón durante el siglo XIII, durante los reinados de Jaime I y Jaime II. Por este motivo, los festeros que participan en las Fiestas se agrupan en Comparsas; el nombre de cada una de ellas representa los distintos grupos o culturas que en la época medieval fueron los protagonistas de estos sucesos históricos.
En nuestra Fiestas de Moros y Cristianos participan actualmente alrededor de 3.000 festeros, que se distribuyen entre 20 Comparsas, 10 cristianas y 10 moras.
Cada año, 4 Comparsas representan los Cargos Festeros de Capitanías y Alferecías, dos por cada uno de los dos bandos.
Los actos más emblemáticos y vistosos de las Fiestas son las Entradas y las Embajadas. Las Entradas son el desfile triunfal de las tropas de cada bando, con los boatos que acompañan a Capitanías y Alferecías, con una duración aproximada de unas cuatro horas y la participación de unas 7.000 personas, entre festeros, más de 50 bandas de música y los figurantes y espectáculos que componen los boatos, como recreación de una estampa histórica medieval.