Diseñado por Severiano Ballesteros, Oliva Nova combina con maestría amplios espacios en los golpes de salida de cada hoyo con la necesidad de ser muy preciso en los golpes a green.
El número de bunkers es muy pequeño, pero casi todos los hoyos están adornados por obstáculos de agua. La orografía del terreno es casi totalmente llana; eso lo convierte en un placer para caminar, a muy pocos metros de las finas playas del Mar Mediterráneo.
Sus instalaciones se completan con una academia de golf, hoyos cortos para principiantes, tenis y padel, vestuarios y cafetería-restaurante especializada en arroces y fideguá.