Pueblecito básicamente agrícola y de montaña ubicado en el valle del Guadalest, en la zona umbría de la Sierra Aitana, y dedicado al cultivo de almendros y olivos.
Sus calles son muy empinadas dándose el caso curioso de que una de ellas se llama Trencacames (Rompepiernas) debido a lo agudo de su pendiente. Se puede comprar un magnífico aceite en la cooperativa.
Los embutidos cárnicos son de excelente sabor. Esta es una zona de alto valor acuífero y con buena calidad. Son abundantes las fuentes y nacimientos, como por ejemplo la del Molí, la del Arc, la del Pi, o la de Salines.
Cuentan con alojamientos en Casas Rurales, y también un hostal. También un conjunto de varios restaurantes que ofrecen lo mejor de la cocina tradicional. Participa en el desarrollo turístico producido en todo el valle en torno al Castell de Guadalest.