Benimarfull es uno de esos pueblos que tiene interés para detenerse a comer o para pasear por sus empinadas calles. Se puede ir hasta la Iglesia, blanca y terrosa, de esbelto campanario de tres cuerpos y edificada en el siglo XVI. El pueblo, de 408 habitantes, es típicamente agricola dedicado al cultivo de la cereza y la almendra. Igualmente es interesante por las posibilidades que ofrece de hacer excursiones pintorescas, como a la Fuente de la colina de L´Albacar, o al Barranco del Sofre, que quiere decir azufre.