Guardamar del Segura es un pueblo que a lo largo de la historia ha sabido sacar belleza de las adversidades naturales que la han sacudido.
Su emplazamiento junto a la desembocadura del río Segura ha sido clave a lo largo de la historia. La Alone griega fue escenario de la cultura íbera como se puede ver en el yacimiento del Cabezo Lucero donde se encontró la Dama de Guardamar, o de la cultura musulmana que tenía una Rábita en la zona que ahora ocupan las dunas al este de la ciudad.
Todos estos vestigios históricos se conservan y explican en el Museo Arqueológico y Etnológico que hay en la Casa de Cultura. La antigua ubicación de Guardamar se situaba en la ciudad amurallada cuyo centro era el castillo que todavía hoy se puede contemplar. El terremoto de 1829 destruyó este emplazamiento por completo obligando a los guardamarencos a cambiar el emplazamiento al actual, más cercano al litoral y con un diseño urbanístico antisísmico.
A finales del siglo XIX la nueva ubicación corría serios peligros de ser sepultada por masas de arena que avanzaban de forma periódica. Se logró atajar el problema plantando hileras de pinos que lograron fijar el avance y dar a Guardamar del Segura esa singular belleza que es su conjunción única de bosque y arena. Hoy en día toda la zona Este es un enorme Parque Forestal de 840. ha. conocido como las "Dunas de Guardamar" declarado Espacio de Interés Natural.
Un buen motivo de paseo y admiración es el Parque Reina Sofía que permite ver un conjunto magnífico de flora y fauna autóctonos. Es un espacio bellamente diseñado con lagos, cascadas y senderos. La arena fina forma las magníficas playas que cubren el litoral guardamarenco, de casi 14 km. de extensión. Las más cosmopolitas son la playa Centro o la de la Roqueta aunque también las hay vírgenes como la del Moncayo o la playa de Los Tusales, junto a la desembocadura del Segura. Todas ellas están perfectamente equipadas para el uso público.
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