Quatrentodeta es un pueblo típicamente agrícola con pequeños cerros abancalados y llenos de olivar por el que el tiempo pasa de puntillas.
El pueblo del novelista Pérez y Pérez se caracteriza por la tierra arcillosa y blanca que la rodea así como por las impresionantes configuraciones geológicas que son las agujas o frailes de la Serrella.
El encanto que tiene esta localidad así como las del resto del valle es la tranquildad y el sosiego de su atmósfera apenas turbada por los escasos vehículos que circulan por sus carreteras. Esta tranquilidad y la dura belleza de sus paisajes hacen las delicias de cualquier amante de la paz y la naturaleza.