Su fisonomía actual se debe a un proyecto del año 1862 y nada tiene que ver, excepto su asentamiento, con su predecesora. Se efectúa una romería el domingo siguiente a la celebración del santo (17 de mayo) que da nombre a la ermita, con traca, almuerzo, carreras y otros pasatiempos, acompañado siempre de charanga; en definitiva, es éste un día de campo con sabor popular y de imprescindible asistencia para todo amante de lo ibense.