Pequeña cala virgen de
grava y bolos situada en la vertiente norte del Cap Prim o de Sant Martí. El
acceso a esta cala se realiza a pie desde el Mirador de la Cruz del Portitxol, a
través de una senda que discurre junto a una naturaleza original e intacta.
Antiguamente era el mejor sitio para los sardinales, redes finas que se calaban
dos veces al día, a la salida y puesta del sol, de ahí el origen de su
nombre.
Su longitud es de 200
m. aproximadamente y su nivel de ocupación es bajo.