San Fulgencio es otro de los municipio fundados por el Cardenal Belluga de Murcia, en el s. XVIII, en los terrenos pantanosos existente en toda esta zona del final del Río Segura, y respoblados con gentes de la huerta de Murcia. En esta ocasión bajo la advocación de San Fulgencio, patrono de la sede canónica murciana. La finalidad era drenar estas tierras húmedas, hacerlas productivas. Al igual que otros pueblos cercanos a la costa, San Fulgencio está modificando su tradicional actividad agrícola hacia el sector servicios. El empuje turístico ocasionado por el nacimiento de urbanizaciones de residentes de varias nacionalidades ha propiciado que la localidad haya aumentado de población real y se esté dotando de nuevas infraestucturas, sobre todo de proyectos culturales. Y hoy podemos hablar de un municipio en auge y en pleno desarrollo. Son muy interesantes tanto el museo aqueológico como las varias excavaciones permanentes que existen.
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